AHORRO E INVERSIÓN: TASA INTERNA DE RETORNO (TIR)

AHORRO E INVERSION
  T.I.R

Este concepto es clave a la hora de elegir un bono y al momento de proyectar cualquier inversión o negocio. Ya hemos visto cierta teoría con el fin de entender este mundo. Ahora, ahondaremos en el concepto de TIR, cómo ve el inversor el asunto, o sea su punto de vista, para en una próxima entrega hablar de la Duración de un Bono.
Tasa de interés: El bono, la obligación negociable, el plazo fijo, ofrecen un flujo de dinero, con un interés pactado de antemano en el ofrecimiento que se hace al mercado del mismo. Pero a medida que el tiempo transcurre, los inversores pueden tener una exigencia distinta de ese interés pactado de antemano. A veces más, a veces menos.
Los expertos concluyen que el interés demandado por el inversor es una sumatoria de los siguientes conceptos:

  • La tasa libre de riesgo refleja las preferencias temporales de los inversores, entre consumo corriente vs. consumo futuro.
  • La prima por inflación compensa a los inversores por la pérdida de poder adquisitivo esperada devenida del incremento de los precios de bienes y servicios. La sumatoria entre la prima por inflación y la tasa libre de riesgo real, es la tasa libre de riesgo
  • La prima por default compensa a los inversores por la posibilidad de que el emisor del título no cumpla con los pagos estipulados en el prospecto.
  • La prima por liquidez se relaciona con la potencial pérdida de valor de la inversión, en caso de que la misma necesite ser liquidada rápidamente. Por ejemplo: Bonos del tesoro americano cuentan con gran liquidez en los mercados, pudiendo ser comprados y vendidos en cantidades sin afectar su precio. Así, bonos menos líquidos deberán rendir más para compensar a los inversores por este riesgo.
  • La prima por maturity compensa a inversores por una inversión más sensible a los cambios en las tasas de interés, a medida que el periodo al vencimiento se extiende. El diferencial entre deuda de corto plazo y de largo plazo de un mismo emisor, refleja cuánto el mercado premia a títulos cortos (o cuanto castiga a los largos).

Estamos ahora en presencia de la Tasa Interna de Retorno, de ahora en más es TIR.
 
Como se había considerado, el bono tiene un valor nominal, expresado en 100 unidades, a veces en 1000 y muy pocas en 1. Y ofrece un flujo de dinero a futuro, con un determinado interés y una determinada amortización.
Al momento de la emisión del bono, para el emisor el flujo futuro de su bono vale actualmente el valor nominal de 100.

Para dar un ejemplo, se ofrece un bono al 9% anual, pagadero en tres cupones cuatrimestrales, y la amortización al final.
VA = 3/ (1.03) + 3/ (1.03)2 + 103/ (1.03)3 = 100
Ahora bien, el inversor puede tener otra idea. Pretende otro TIR. Entonces, para el inversor, el precio del bono será otro. Supongamos que pretende un 12% anual.
VA = 3/ (1.04) + 3/ (1.04)2 + 103/ (1.04)3 = 97,22
El inversor interpretará que el valor del bono es de 97,22. Pero si pretende un 6 por ciento de retorno, interpretara que su precio es igual a 102,88.

Notemos que matemáticamente, Valor Actual y Precio es lo mismo, pero para el emisor es Valor Actual y Precio es para el inversor. Lo mismo ocurre con interés y TIR. Esta diferencia es porque para los dos actores significan cosas distintas. Es como en un negocio de ropa, el dueño ofrece barato y regalado, pero el cliente piensa que es caro.  
En la licitación primaria comenzará el juego de tire y afloje, entre el emisor y el inversor. Luego en las licitaciones secundarias, se seguirá con este juego entre los diversos actores, el cual en teoría es totalmente libre, un sencillo juego de oferta y demanda, para encontrar el punto de equilibrio.
Si el mercado, está demandando TIR menores, el precio de los bonos subirá, porque muchos inversores estarán dispuestos a comprar los bonos sub valuados de acuerdo a esta nueva TIR. Pero si el mercado demanda más TIR, el precio tenderá a la baja, por estar sobre valuados antes esta nueva exigencia.

Supongamos que el interés de los plazos fijos se eleva. Por lógica, al bono, se le va a pedir un interés superior. Los bonos, pues, por debajo del plazo fijo, perderán precio, para que sean rentables para otros, o sea vendibles.
Otra variable que influye mucho, es el valor del Dólar en moneda local. Si este Dólar comienza a subir, es muy probable (o seguro) que los inversores comiencen a demandar un TIR superior al ritmo de la devaluación.
También se considera el ritmo inflacionario, si el bono está por encima o no de la pérdida de poder adquisitivo.

Inclusive, el mismo emisor puede sacar otro bono, en condiciones distintas que influya en la apreciación que se tiene del actual. 

Por supuesto, no podemos concluir este tema, sin mencionar que los arreglos financieros, son fiduciarios, esto es confianza. Se confía que el mercado va a comprar los bonos emitidos, y que el emisor va a cumplir con el flujo pactado. Como en otros ámbitos de la vida, hay ciertos grados de confianza. La historia pasada de una persona o institución cimientan confianza, donde se puede tratar con absolutas certezas, o con ciertas precauciones, o directamente considerar la situación toxica e inconveniente. A mayor desconfianza, mayor riesgo, ergo se pide más TIR, con el cual el precio del bono bajará.

Así entramos en el concepto de bono de alto rendimiento, porque tienen un TIR superior a la media de otros emisores. Pero para otros inversores son bonos basura, por la desconfianza en el emisor. Esto es la famosa tasa de riesgo país, o de riesgo de empresa.

El próximo articulo nos ahondará en otro concepto fundamental para elegir un bono: Duración.

 

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