1) Entendimiento cabal de las finanzas personales: los deudores crónicos no suelen
tener bien documentadas las cuentas. No registran gastos mensuales ni
entienden cabalmente el impacto de las tasas de interés que se comprometen
a pagar con el uso de tarjetas y la toma de préstamos. Es necesario comprender la falacia de estas afirmaciones: A. La inflación diluye
las cuotas. Las cuotas se inflan con creces, por encima de la inflación esperada. (A veces los gobiernos establecen convenios para planes en cuotas que son convenientes, pero que estos planes en determinados productos, y en determinadas circunstacias, no nos confundan).
B. Las mini cuotas ni se sienten. (Todo lo que haya que pagar después de haberlo comprado duele).
C. Es la única manera de acceder a
los bienes de consumo. (En artículos de primera necesidad a veces es cierto, pero no poder planear una vacación porque se está pagando la anterior, es duro).
D. Todos se endeudan y les va bien. (Hasta que el banco les corte el crédito).
Es vital
conocer con certeza el pasivo total para iniciar el tratamiento contra la
adicción a las deudas. Hay que saber cuánto se paga de interés mensual,
cuanto de pago mínimo y total. Saber con precisión la deuda a futuro. Ayuda
muchísimo hacer porcentajes de estos ítems con respecto al ingreso mensual.
2) Cambio positivo entre amigos y familiares: el
tomador de deuda, confiado en sí mismo, suele pedir a los familiares ayuda
financiera, ya sea en calidad de préstamo, garantías, especies y así por el
estilo, arrastrando a los familiares al hoyo negro de la deuda. El precio a
pagar será descontinuar esta conducta, explicándole la cruda realidad del
nivel de sus deudas. (nota: se está refiriendo a prestamos familiares para
vacaciones, consumo, gastos estrambóticos).
3) Cortar todos los accesos inmediatos a crédito: las tarjetas o los préstamos a sola firma son ejemplos de aquello
que debe desaparecer del universo del deudor. A menor incidencia en su
vida, mejor salud financiera. Es como el que ha tenido serios problemas con las bebidas, debe ser abstemio para no reincidir.
Drástico, pero efectivo.
4) Confeccionar un plan de austeridad: El gasto
hormiga deberá evaluarse. Los gastos pequeños suman. Se los pudiera comparar
a perder una gota de sangre por día. Al cabo de un tiempo la anemia
afectará al organismo. La respuesta a estas preguntas deberá decidir los gastos: "¿Realmente lo necesito?", "¿Puedo pagarlo y mantenerlo?". Conclución; Si tenemos claro que invevitablemente el deudor transfiere recursos via recargos e intereses al prestamista, que en algunos casos superarn el 25 por ciento de las entradas mensuales, trateremos equilibradamente de eliminar la deuda, para que esa transferencia que se hacía al prestamista, vaya ahora para nosotros.
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