VALLE DE LA MUERTE: SU SUPERACIÓN
SUPERACION DEL VALLE DE LA MUERTE
Por fin disponemos de
nuestro Mínimo Producto Viable (M.P.V) y estamos con nuestra innovación listos
para “ganar la calle”, esto es llevar nuestro proyecto adelante, para que sea
un verdadero emprendimiento, por supuesto, exitoso.
Ahora bien, los expertos y
el sentido común nos advierten de un peligro: “El Valle de la Muerte”. Este valle es necesario transitarlo casi
indefectiblemente porque la emprendimiento necesita tiempo para alcanzar el punto
de equilibrio, en el cual los ingresos iguales
a los gastos. Cabe destacar que estamos hablando de ingresos
financieros, no meramente presupuestarios.
Valle
de la muerte al comienzo de un emprendimiento.
El capital de trabajo, o sea el capital necesario para el
giro o gasto diario del negocio, siempre ha de estar. O dicho contablemente el
Activo Corriente menos el Pasivo Corriente debe ser mayor que cero.
Esto ocurre porque sencillamente se aplica la máxima:
THE CASH IS KING
|
Cualquier emprendimiento, por más bien presupuestado que esté, por más económicamente viable que sea, si en algún momento si se queda sin efectivo o cash fallece.
Ha llegado el momento de financiar, no
una aventura sino un Presuuesto Económico que sea viable o sostenible en el
tiempo.
En
consecuencia, tenemos que estimar el TIR (la tasa interna de retorno),
esto es calcular que tanto dinero, por periódo, produce el capital en
nuestro caso. Al principio será una mera estimación, que con el tiempo
se irá afianzando.
Antes de pedir prestado, hay que tener respuesta a estas
tres preguntas
¿Cuánta plata se solicitara?
¿Para qué?
¿Cuándo se devolverá?
¿Conviene pedir un préstamo?
Para responder esta pregunta, analizaremos primero está fórmula, despues de todo la matemática financiera es la esposa del Cash.
CP.Ip + CS.d=Ac.Ie |
CP es el capital en préstamo
CS es el capital social
AC son los activos
Ip es el interés del préstamo
d son los dividendos que paga el capital social
Ie es el interés de todos nuestros capitales.
Está fórmula nos resuelve el Ie, o interés mínimo que nuestro emprendimiento deberá tener.
Ejemplo:
Supongamos que:
1.Un emprendimiento tiene tres placas 3080 para minería de criptomonedas, con un capital social de 5500 dólares.
2.Nuestra empresa considera satisfactorio tener un dividendo del 5 por ciento mensual.
3. El TIR de una placa es de un 8 por ciento mensual.
4. Nos planteamos pedir un prestamo al 1 por ciento mensual de 5500 dólares para incorporar tres placas más.
Resolvemos la primera igualdad
5500 x 1.01 + 5500 x 1.05 = 11330
De la segunda igualdad, obtenemos que Ie = 11330/11000 = 1.03
Ie en este caso es 3%.
Más información: https://www.forbes.com.mx/que-uso-tiene-y-como-se-calcula-el-costo-de-capital-promedio-ponderado/
Otra variable a monitorear permanentemente es la relación
Préstamo/Capital Social. Si la misma supera a uno, y comienza a crecer, la
situación patrimonial se hace endeble, con lo cual más tarde o más temprano
crecerá el interés de los préstamos, hasta hacer inviable el emprendimiento.
Si esta variable es menor que uno, y va disminuyendo, el
emprendimiento genera mucha utilidad, y puede suceder que salir a buscar
financiamiento externo sea más barato.
Volvamos a nuestro ejemplo.
Conseguimos un préstamo en doce cuotas de 468,67. Veamos si es posible pagarlo.
La
relación préstamo/capital, obviamente es uno. Como producimos con un
TIR mensual del 8 por ciento, obtemos unos 880 dolares al mes. Nuestra
porción de torta para el capital social es el cinco por ciento, o sea
275 dolares. Al banco le tenemos que devolver 468.67, lo cual nos da un
cómodo plus de 136.33 dolares.
Ahora bien, ¿Porqué nos prestaría un banco tanto dinero? Eso es harina de otro costal.
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